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jueves, 28 de abril de 2011

"GÜEVADAS"

No habían llegado los tiempos del "botellón", pero nos reuníamos entorno al fuego con el calimocho en un balde, y la litrona en el reguero para que no se calentase.
Brutos de pueblo, luego ya he visto que el bruto es bruto en todas partes. Por eso hay brutos en todas partes.
La noche avanza, la borrachera desplaza al "puntillo", se apodera de las mentes adolescentes, los que menos aguantamos ya hemos vomitado... De pronto, nos quedamos en silencio, y entonces llega la frase maldita, alguien dice:
- ¿A qué no hay "güevos" a...?
¡Mierda! -pienso- otra vez a urgencias... otra vez la bronca, otra resaca al son de las voces de tus padres. Y, ahora, ¿qué?...
Odio esa frase, por culpa de esa frase...
Porque no había "güevos" a romper todas las farolas, y luego las tuvimos que pagar...
Porque no había "güevos" a cruzar el río por la noche y robar las ciruelas a los del otro lado, y nos quitaron la ropa mientras cruzamos y volvimos en calzoncillos...
Porque no había "güevos" a decirle a Ana lo buena que estaba, y la tuve que besar...
Porque no había "güevos" a saltar de lado a lado de la presa y costó una pierna rota...
Porque no había "güevos" a tocar las campanas a las cinco de la mañana, y estuvimos dos días limpiando los desagües...
Porque no había "güevos" de esconder el coche de Robertín, y el pobre no le encontró... y tuvimos que volver a buscarle cuando ya estábamos en casa a 50 Km.
...A saltar desde la torre de la iglesia al tejado de la sacristía, y se rompió el tejado y caímos dentro de la sacristía, y no pudimos salir hasta que nos abrieron...
...A subir al monte y cortar una encina entera para poner en el balcón de las mozas, y se nos vino la encina encima mientras la cortábamos...
...A cortar el ciruelo del pueblo de al lado y llevarle a rastras con el tractor hasta el nuestro, ahí no pasó nada.
...A pasar el río con el coche por una rasera, y nos cargamos el motor.
...A tirar a mi hermana al pilón y la tuve que tirar yo... será por güevos...
...A mear en la bici del cura, y nos vió desde la iglesia ¡Herejes! ¡comunistas! ... nos llamaba (eran otros tiempos)
...A tirar piedras a la burra de José para ver si era buena o mala, y claro, con el mosqueo del animal, cuando fuimos a montarnos, a Pedro le mandó a varios metros, brazo roto, y a David le marcó la pezuña en el sobaco.
...A ponerle pan con orujo a las gallinas, y luego pasó lo que pasó, pero no se murieron todas ¡eh!

Ese día, habíamos tenido entierro... y habíamos enterrado a uno de esos que nos daban cierto miedo y respeto...
-¿A qué no hay "güevos" a ir al cementerio a media noche y jugar la partida en la lápida del Braulio?
¡Qué no hay "güevos"! ¡Qué no hay "güevos"!
Todos al cementerio, éramos cuatro, el cementerio estaba en una calleja estrecha y oscura a quinientos metros del pueblo.
El primero se cayó en unas zarzas con la borrachera, y lo dejamos allí hasta que volvimos.
El segundo (que fui yo) se tropezó con una portillera abierta, y se rompió la nariz.
El tercero se quedó a la puerta y no entró.
El cuarto entró... Se sentó en la primera lápida, sin llegar a la del Braulio...
De pronto, un ruido como de una lápida desplazándose. La borrachera desapareció al instante, los dos que ya estábamos entrando también lo oímos, salimos de allí pitando.

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MIENTRAS, DENTRO DEL CEMENTERIO

La lápida se desplaza del todo, y un alma en pena sale por ella. A su lado otra alma en pena está apoyada en la pared de los nichos.
EUSTAQUIO: A ver si aprendes a salir sin hacer ruido, Manuel, que llevas 50 años muerto, y todavía no sabes atravesar las paredes, ¡que eres un fantasma! ¡que no te va a pasar nada!
MANUEL: De todos los que podían quedar atrapados en este estado fantasmal, tenías que ser tú el único que se quedase conmigo, Eustaquio.
EUSTAQUIO:También está Rufina.
RUFINA: A mi no me metáis en vuestras discusiones -dijo la tal Rufina-.
En eso que el Braulio, recién enterrado, sale atravesando la lápida.
EUSTAQUIO: ¡Mira, Manuel! el Braulio se acaba de morir, y ya sabe salir sin armar escándalo.
MANUEL: ¡Vete a la mierda! Eustaquio.
EUSTAQUIO:¡Vete tú! que estoy convencido que estamos aquí por tu culpa.
MANUEL: ¡Cómo que por mi culpa!
EUSTAQUIO: Porque me mataste por mover la linde, y te llevo diciendo 50 años que yo no fui.
MANUEL: A mi me fusilaron.
EUSTAQUIO: Claro, ¡por matarme!
MANUEL: Porque me querías robar mi huerta.
EUSTAQUIO: ¡Qué yo no fui!
MANUEL: ¡No sé quién iba a ser! Mientras no nos aclaremos, nos vamos a quedar así hasta el fin de los tiempos.
EUSTAQUIO: Te digo que yo no fui. Anda vamos a dar una vuelta, a ver si siguen corriendo esos...

 SE VAN

BRAULIO: Y tu Rufina, ¿Por qué estás aquí?

RUFINA: ¿Yo?... será porque fui yo la que movió la linde para fastidiarles, pero no se lo pienso decir, ¡qué se jodan!


*Esto es pura ficción, todo, casi todo, lo del principio es todo mentira, o casi, me lo he inventado todo, casi todo, yo no fui... no estaba ese día, ni el otro. Yo no era, serían de otro pueblo.


10 comentarios:

Midala dijo...

Buenisimo!!Yo crei que eras tuuuuuuu cole como una lerda!!!!
De todas formas,aunque el "prota" no seas tu me encanto!!!!sigo leyendo!!!

Ruben dijo...

Es un relato, las trastadas, han sucedido, pero no siempre a los mismos.

Eduardo Fanegas de la Fuente dijo...

jajajaja es buenísimo!! No dejes de escribir eh?

Ruben dijo...

Eduardo, no pensaba dejar de escribir, es mi válvula de escape, si lo dejo exploto. De nuevo gracias por comentar.

Sese dijo...

Quién no ha cometido trastadas de joven, la mayoría de ellas me han arrancado cuanto menos una sonrisa. Lo que tenías que haber hecho es coserlela boca al instigador de "a que no hay güeovs", que por regla general suele ser el que menos pringa (cierto día en mi pueblo soltaron una noche de fiesta mayor los cerdos por las calles)

Y qué bien se lo pasaban los muertos, solo les faltaba el Raska yú de fondo.

Saludos

Ruben dijo...

Sese, tienes razón, quedaría genial esa canción. Gracias por pasarte por aquí.

Rafa dijo...

jajajajajajajajajajajajajaja... muy buenas esas fechorias.
me recuerda a un libro que compre en una feria del libro, hace unos 4 o 5 años, en ponferrada, memorias del abuelo de un punk, muy bueno.

Ruben dijo...

Eddie, me suena el libro, pero no lo he leído, ya buscaré.

Rafa dijo...

el hombre que lo escribio es leones... la portada sale un autobus de estos viejos, con el techo cargado de maletas, y cuenta relatos que te ries un rato. yo ya no tengo el libro, se lo regale a otra persona.

Ruben dijo...

Voy a intentar conseguirlo, creo que se dónde. Gracias Eddie.