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martes, 3 de mayo de 2011

EL DOCTOR JEKYLL Y Mr. HYDE

Cuando a Robert Louis Stevenson, se le ocurríó la idea de crear la novela "El extraño caso del Doctor Jekyl y Mr. Hyde" seguramente se había encontrado en esos días con mi alma gemela.

La dualidad sufrida por Harry Jekyll, al convertirse en Edward Hyde, es la que yo sufro muy a menudo.
TODO ES MENTIRA

Todo comenzó hace unos meses. Las cosas se habían torcido un poco, estaba cabizbajo, y había perdido el buen humor. Estaba en plan negativo, y cuando se está así, todo sale mal. Por lo menos te queda la buena salud.

Pero, la salud, también se resiente. Un día de septiembre, el dolor es tan insoportable, que no te queda más remedio esta vez que contárselo a tu mujer y que te acompañe a urgencias, allí no saben lo que es, y las pruebas que te llevan haciendo todo el verano, te las callas.

Todo el verano fastidiado. Un día comienzas a perder peso, y la cosa no se detiene, como en el libro "Maldición" de Stephen King, de una masa de 68.2, la báscula empieza un descenso en picado, y poco a poco, ves como a finales de octubre, andas por los 64.7 y bajando.
Cada suceso de dolor es un martirio, la tensión arterial desciende a 8 - 4, me mareo, y si me tumbo, me duele más todavía. Consigo ocultar a todo el mundo varios sucesos de dolor, y sigo con las pruebas, que no pintan nada bien.
Por tres veces, no puedes evitar ir a urgencias, que tu mujer tenga que acompañarte, que tu hermano se presente a ver que te pasa, y que tu prima esté de guardia. Pero como tienes algo de imaginación, consigues que no te hagan más pruebas, diciendo que viniste hace un mes, y ya te las hicieron, lo cual es verdad a medias.
Sigo engañando a todo el mundo, y cuando te dicen que la palmas, y que se lo tienes que decir a alguien, te niegas, no vas a regalar un día de sufrimiento gratuíto, vas a intentar aguantar lo que haga falta hasta que no quede más remedio.
La primera idea es ser genial, es ser una persona estupenda, el Doctor Jekyll, no vas mal, piensas en ser genial, en ser la mejor persona del mundo, pero la certeza de una muerte cercana, acaba por adueñarse de tu cerebro, y terminas por no aguantar a nadie.
Decides dar un giro drástico, y para que tus seres queridos no sufran, decides enfriar las cosas, con todos.
No se te da mal, provocas, haces comentarios mordaces, mientes, enredas, intrigas, molestas, acusas... y así vas consiguiendo que te vayan cogiendo un poco de manía. En algunos casos, se te va la mano, y en vez de enfriar, la cagas, pero ya no te importa, porque no va a haber mucho tiempo para sufrirlo.
Luego, te arrepientes, y tratas de suavizarlo, intentas volver a ser el Doctor Jekyll, pero no hay nada que hacer.
Sigues ocultando todo a tu familia, y se te vienen cosas estúpidas a la cabeza. Piensas en esa peli de Coixet, "Mi vida sin mi". Pero pasas... no vas a perder el tiempo dejando cosas grabadas.
El médico te manda al psicólogo. Da risa verle, es un novato que está tan nervioso, que parece que es él el que se va a morir.
Me paso varias sesiones sacándole de quicio, y cada día le cuento una cosa diferente, unos días le hago creer un síndrome, y otro día otro, le vuelvo loco durante unas semanas, hasta que se da cuenta de que memorizo síntomas psicológicos para tomarle el pelo. Está enfadado, lo cual me importa bien poco, porque a esas alturas, tengo enfadado a todo el mundo que me rodea.
El psicólogo, me envía a hablar con una mujer americana, la cual, según el, está de paso, y me puede ayudar. Como me aburro, acepto.
Nada más entablar conversación con esa mujer, ya veo que mis trucos no van a servir, se mofa de mis síntomas simulados, se rie un montón con cada cosa que digo, habla un castellano tan correcto, que daría ejemplo a muchos de nosotros. Termina por contagiarme la risa, y me paso una hora broma va y broma viene.
Después, viene algo que cambiaría todo.
Comienza a hablarme de lo importante que es que yo piense de otra forma, que lo que yo tenga en mi cerebro, afectará a mi salud. etc. Parece un libro de autoayuda parlante, pero como ya estoy desesperado, empiezo a seguir sus instrucciones, apenas la veo dos días y cambia mi manera de ver la vida totalmente.
En los días de la Semana Santa, mi peso había llegado a 59.8, el descenso se había acelerado de forma alarmante, y el médico me controla cada pocos días.
Cuando apenas llevo diez días siguiendo las instrucciones de esta mujer, mi peso sube...
El médico, me dice que no ve las manchas igual que antes.
Envío un correo al angel que ha cambiado mi vida, y me contesta, que lo voy a conseguir, que no soy la primera persona que logra cambiar el destino.
No me lo puedo creer, esta mañana peso 61.1, pero es que el médico dice que a no ser que se hayan estado equivocando con el historial, es rarísimo que me esté recuperando.
Tengo el historial en la mano, lo que ponía, que tiembla en mi mano, y lo que pone esta mañana, no puede ser...
Comprueban por tres veces, no saben qué explicarme, hasta tienen miedo de haber cometido alguna negligencia, ¿Negligencia?, estoy tan eufórico, que me da todo igual, es como haber recuperado un camión de esperanza, como volver a nacer.
El destino quiso que me convirtiese en Mr. Hyde, y que molestase a todo el mundo, inluido el psicólogo, que se desesperó conmigo y me envió a esta mujer (Que no me deja poner su nombre), es el destino, hoy estoy radiante, me miro en el espejo y me siento genial, el dolor lleva varios días sin aparecer, duermo a pierna suelta.
Perdí algunos amigos, pero no es como si hubiese perdido la vida, ya volveré a empezar, que más dá, llegarán otros.
Hice bien en no contar nada, porque nadie ha tenido que pasar por esto.
Acerté, como si lo hubiese sabido.
Qué importa lo que he hecho siendo Mr. Hyde, qué más dá quien me odie, ¡estoy vivo!
No contaré esto, porque dirán que es mentira... y tengo la prueba de que es verdad en la mano...
Me pongo pesado, y consigo que el médico no diga nada a nadie de mi familia, le recuerdo el juramento ese, no se si dice hipocrático, me da igual cómo se diga.
Tengo la idea de no contar esto a nadie, he perdido algunas amistades, pero no pienso recuperarlas a base de dar pena, se perdieron, ese tren ya pasó, no me planteo más el tema, no me veo ni tratando de recuperarlas, sigo mi camino sin detenerme. Hoy decido no molestar nunca más a esa gente.
Tan contento estoy, mi mente trabaja tan en positivo, que nada más salir de consulta, me encuentro un amigo de los de verdad, resulta que vive cerca, y llevamos toda la tarde juntos.
Ya he empezado, sigo comprobando que el simple hecho de ser positivo, me trae cosas positivas.
Y si mañana peso más de 62, es que funciona.
Me han dicho mentiroso. En otro día me hubiese defendido, pero lo pienso en positivo, y pienso que es verdad, que todos los relatos que escribo son mentiras, imaginaciones, que todos los libros que leo son fantasías, mentiras, que todo está en la imaginación del escritor, que en estos blog hay muchos mentirosos como yo que disfrutan contando las cosas que imaginan, y que me encantan, ¡Sí! soy un mentiroso.
Así, esto es todo mentira, no puedo demostrar la verdad... guardado a buen recaudo dejo el historial médico, no se lo voy a enseñar a nadie.
Mi salvadora, ni se inmuta, dice que lo ha visto más veces, ¿será verdad?
Me doy cuenta de que al encontrarme con esta persona, encontré las sales perdidas que el Doctor Jekyll no encontraba. Me han hecho abandonar mi lado malo, que Edward Hyde no está, y que la dualidad provocada por la enfermedad, ya no hará más daño.
Comienzo de nuevo.
Uno de mis cuentos ha gustado en clase de mi hija.
Mi hija me ha pedido la canción de Danza Kuduro de Don Omar, y está bailando por aquí, como una loca, su hermano pequeño corretea detrás, chocando y riendo a cada quiebro. Me repantigo en el sofá, y les miro feliz. Por supuesto se podría ser más feliz, pero esto es más que suficiente para mí.
No voy a recuperar a mis amistades, no lo voy a intentar, porque esta señora americana dice que siga mi camino sin entretenerme ni perder el tiempo, que no me martirice, que los amigos que te quieren aparecerán solos, y yo voy a hacer todo lo que me diga.

*Esto que no parece un relato, es un relato... o no, da igual, porque como dicen que soy un mentiroso, pues todo mentira.

*Al dia siguiente peso 62... 

Este relato va dirigido a un amigo de corta edad, el mensaje es "Men sana in corpore sano". Pensar en positivo es positivo para la salud, y atrae cosas positivas. Se puede hacer la prueba, si sonries, la gente te sonrie.

Con este relato y el de "carpe diem" (que no penséis, no recuerdo apenas nada de los años de latín), ya doy por concluido el cupo de relatos con este tema, que por otra parte no podía dejar de poner.


10 comentarios:

Vir dijo...

es un buen juego, ¿verdad o mentira? Puedes decir que es verdad, aunque no sea la tuya, o sí, eso da igual. Eso es lo maravilloso de la Red, sé quien quieras ser. Una gran enseñanza, sonríe.

Ruben dijo...

Verdad o mentira, ha hecho su efecto, y hay un niño por ahí, que ha cambiado su pesadumbre por una sonrisa, y sobre todo por optimismo.
Aunque sigo debiéndole las muchas lecciones que me ha dado últimamente.

Men dijo...

sea verdad o sea mentira...es que tu estas bien,y eso...me alegra!!!!!!!!que lo sepas!!!!!ando liada y perdida pero te leo y me alegro de que todo vaya bien!!!
besitoss

Ruben dijo...

Sí, Midala, me encuentro muy bien, y estoy tranquilo después de mucho tiempo comiéndome la cabeza.

Ana Galindo dijo...

Cada cual puede autoinventarse, autocrearse una y mil veces, puede ser a ratos verdad y a ratos mentira. Estas grises ventanitas nos permiten estos cuentos llenos de color.

Ya estoy en casa, y me pongo al día.

Besos.

Ruben dijo...

Pronto pondré los relatos que más han gustado, y que no son tan ambiguos.
Gracias por pasar Ana.

Ruben dijo...

Doy la bienvenida a Alicia Gamboa, seguidora que esperaba desde el principio, me pregunta cómo estoy. Estoy muy bien, y en eso han contribuido varias de las personas que visitan este blog.
En mi caso, la ayuda ha sido inmensa, y estoy muy agradecido.

Sue dijo...

Un relato estupendo. Lo de menos es que sea verdad y si ha servido a alguien para mejorar su ánimo, mucho mejor. Está muy bien construído y es divertido. Mucho. Lo de Don Omar me ha matado (de risa).

Un saludo.

Eduardo Fanegas de la Fuente dijo...

Sea verdad o mentira cada día me sorprendes más. La vida es así, un día arriba otro abajo, los amigmos vienen y van. Lo importante es ser feliz y como siempre he dicho tiempo al tiempo que todo acaba en su sitio. El poder de la sugestión, el poder de la mente es increible.

Ruben dijo...

Sue, lo de Don Omar, me lo hace poner una y otra vez, lo mismo me ha pasado con el waka waka, y con piratas del bar caribe de melendí, que la canta sustituyendo las palabrotas por otras palabras.

Eduardo, como dices el poder de sugestión es increible, y es asombroso, lo que puede hacer una persona positiva a tu lado.