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miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL OTOÑO

Hace un frio glacial, ha pasado tiempo desde que terminó el verano y que la gente interesante me dejó solo en este lugar. Ellos no verán este paisaje cubierto de nieve, ni soportarán el otoño, el terrible otoño que antes de llegar nos ha mandado como avanzadilla un viento que está apresurando la desnudez de los árboles, y los suelos se cubren de hojas que aun no están secas, formando una capa heterogénea entre hojas secas y verdes. Incluso hay varias ramas en el suelo y algunos árboles están a punto de sucumbir al viento cansados quizás de tantos días tempestuosos.
Yo, sigo sentado en mi peña al lado del río, impasible, sin moverme, dirijo miradas desde el río a la otra orilla y a los animales que entran y salen de la maleza. El río continúa su ritmo voluptuoso levantando una pequeña lluvia al chocar contra las rocas que sufren impasibles las embestidas de la fuerte corriente. De vez en cuando, las truchas y los barbos saltan fuera del agua y otras veces se les ve pasar bajo la superficie a gran velocidad, huyendo quizás de la voracidad de los lucios.
Tengo la cara fría, pero no me molesta, y a pesar del viento, me siento relajado, y a pesar de la soledad, me siento en buena compañía, rodeado de todo lo que la naturaleza esconde y que, poco a poco, voy descubriendo.
En la otra orilla, uno de los innumerables zorros pequeños que han nacido en esta última primavera, salta y juguetea con un ratón, que hace ya tiempo que ha muerto. El pequeño zorro, brinca celebrando su captura sin percatarse de mi presencia. Un pez salta a su lado, se queda mirando el agua, y duda, el agua está muy fría y sigue mirando embelesado. Entonces levanta la mirada y me ve, apenas me mira un instante y, a pesar de su corta vida, ya sabe que soy peligroso para el, confiado en que el ancho río le protegerá de mi, se va lentamente con su ratón.
A mis pies se distinguen en el barro las pisadas de un jabali y otras más pequeñas, las de su camada probablemente. Sobre ellas las pisadas de un lobo, que seguramente estaba cavilando sobre si sería rentable enfrentarse a la madre para conseguir una cria.
Todos los pájaros se mueven por las ramas más bajas, para evitar el fuerte viento que mueve y bambolea las copas. No se si cantan, no se oye nada entre el ruido de la corriente del rio y el fuerte rugir del viento.
Está anocheciendo, decido irme caminando hacia el pueblo, voy pensando hasta que punto me ha impresionado la forma en que la Naturaleza se ha mostrado a mí, quizás por respetar a sus hijos, por no romper el silencio ni la estética al mantenerme quieto, y, aun así, no era lo mismo, mi sola presencia rompía la armonía de ese lugar. Y a pesar de todo yo me siento bien sentado en aquella roca, todos los problemas apartados a un lado, con todas las personas borradas de mi memoria.
El otoño ha llegado, desnudando los árboles, también desnudando los pueblos… Pero nos trae la recolección de las nueces y las castañas, de las setas. Ese buscar setas, ese olor a castañas asadas, ese calorcito al entrar en casa…

RUBÉN FERNÁNDEZ TOMÉ

Me encanta buscar setas, casi tanto como comerlas.
Me complica la vida, pero la nieve limpia recién caida, sin pisar, transforma cualquier paisaje vulgar en espectacular.
Pasear por la zona de la catedral, con el frío en la cara. Cambiando el cucurucho de helado por uno de castañas asadas (¡que bien huelen!).
Recogemos las avellanas ya en el suelo, igual que las nueces.
Los niños comienzan el colegio, se reencuentran con sus compañeros.
Al final, no va a ser tan malo el otoño, y ya veremos, como cada estación tiene su encanto.

29 comentarios:

Rafa dijo...

genial... me ha encantando ya desde el principio, sí.

me encanta ese otoño que describes, son mis preferidos... los otoños que no son grises, que amanecen con una buena helada. da igual que hiele flojo o fuerte, por que sabes que tienes asegurado el sol... y ese sol no manca, y es muy agradable, y sigue habiendo mucha vida entodavia.
me encanta la sensación del frio sobre la piel, así de buena mañana, me hace sentir bien.
y luego llega el mediodia y hace sol, y un calorcito agradable, luego esta esa brisa medio gelida o gelida, que hace contraste con el calor.

y el ir a recoger castañas, avellanas, nueces, manzanas, moras.

me encanta ir a hacer eso, sea solo o acompañado, pero más bien en silencio. carganddo poco a poco.

el domingo me fuí triste a la cama y dormi algo mal, pero mira, el lunes cuando levante la persina, y vi la primera helada del otoño, habia escarcha en los tejados, en los prados, los árboles, me cambio totalmente el animo.

y sólo falta que caiga mucha nieve, sobre todo por arriba, y se conserve bien... es de lo poco que me gusta del verano, ver algo de nieve en los altos.

gracias por el relato... me ha gustado mucho y me ha llegado muy dentro.

Rafa dijo...

ah, y se me olvidaba, los árboles, me encants ese contraste, de dorados, rojos, naranjas, verdes, amarillos...

por aqui ya se deja ver... en dos o tres semanas cojo la camara de fotos y hago una escapada :)

Rise dijo...

Después del invierno, adoro el otoño! Me encanta pisar las hojas cuando caen y sus colores cafes... Es tan genial ver todo! Aparte de que no soy fan del calor. Aunque aqui en México no nieva, y menos en el Distrito, y tampoco comemos castañas -Si quiera hay castañas?- Me supongo que si, pero bueno... En unas cuantas semanas espero ya estar andando por las calles con los crujidos de las hojas debajo de mis pies ^^
... de Akane.

Eduardo Fanegas de la Fuente dijo...

El otoño es genial, y más visto a través de tus ojos y tus palabras. Dan ganas de dejarlo todo e irse a vivir a tu pueblo recorrer esos parajes con tanto encanto. Nos has llegado muy dentro. :-)

Gala dijo...

A mi desde luego es una de las estaciones que mas me gusta.
Junto con la primavera, pero solo al principio...
No llevo muy bien el tema de los calores..
Además los colores del otoño.. me resultan muy reconfortantes.
Desde luego, tal y como lo cuentas ya era apetecible, así que... a disfrutar del otoño.

Besos.

Sese dijo...

Cada estación tien su cosa y es común que llegada a ella nos quejemos de las cosas malas y no valoremos las buenas, que si qué frí en invierno, que si qué calor en invierno...

Y para no ser menos me quejaré del otoño, eso de que sea la antesala del frío me pone de mala leche, además que cada día tengamos menos luz solar también me disgusta...

en fin, disfrutaremos de las cosas buenas del otoño.

saludos

Ruben dijo...

Vale Eddie, vamos a ver si podemos recopilar fotos de otoño y poner algunas por aquí...

Ruben dijo...

AKANE, como es la segunda vez que comentas este relato, porque ya lo había puesto en soy.es (cuando solo me leías tu), ya sabía que te gusta pisar las hojas secas, me emociona que regreses comentando.

Ruben dijo...

EDUARDO, tengo más relatos sobre estas fechas, pero son muy parecidos a este, me ponía muy triste cuando se marchaba "alguna" después del verano, y de ahí la inspiración.

Ruben dijo...

GALA, te aseguro que disfrutaré del otoño a pesar de que la vida se me ha complicado sobremanera, voy a sacar un poco de fuerza.

Ruben dijo...

SESE, de las cosas malas del otoño no quiero poner nada, porque no quiero ser un aguafiestas, pero tengo para rato de relatos otoñales con las cosas malas...

Rafa dijo...

ok, cuando haga alguna escapada, ya cuelgo fotos en el blog.

El tejón dijo...

Yo no lo había leído y me ha gustado mucho como lo cuentas,Ruben.
Como me gustaría que cuando observo la naturaleza como tu lo cuentas, los pajaros, un corzo, el zorro... cualquier animal tuvieran la capacidad de notar que no quiero hacerles daño y no salgan volando o corriendo ahuyentados.
Saludos.

Rise dijo...

Siiii, ya. Pero es que ese día me encontraba comentando en todo el mundo porque hace tiempo que no lo hacia XD... A ver si lo hago mas seguido, aún si no tengo nada que decir XD
... de Akane.

Pluma Roja dijo...

Quiero algún día disfrutar de un otoño clásico. Siempre digo que en Guatemala, no vemos ni otoño ni verano, Apenas el invierno bajo un fuerte calor. Y si nos va bien el tiempo de frío.

Me gustó mucho tu relato.

Saludos cordiales.

Mercedes Vendramini dijo...

Querido Rubén! es fantástico tu otoño, es una estación que adoro. Nosotros estamos inaugurando la primavera.

Muy linado lo que publicas hoy! - se esconde el oro y la tibieza dentro de las casas y así todo es más dulce y calmo.

Goza por mí de las castañas asadas!!!

Cariños!

Ana Galindo dijo...

¿Malo el otoño? Nooooo. Cuando una abre sus ojos a otra forma de mirar armónica, encuentra elementos espectaculares en cada rincón de las estaciones del año, o en las de la vida. Todo a veces necesita renovarse para que renazca con briosos brotes de vida. Me ha encantado tu homenaje, y el recorrido caluroso (sobre todo el olor y el sabor de las castañas) que nos invitas a hacer con tu relato.

Besos Rubén

Ruben dijo...

Tejón, los animales, siempre saben que estás ahí, es imposible evitarlo, lo bueno es conseguir que se acostumbren a tí, yo tuve la suerte de estar mucho tiempo con ellos...

Ruben dijo...

Pluma roja, el otoño en mi provincia (León, España) es más duro que en el resto del país, y el invierno se lo pasa a bajo cero constantemente, con heladas que hacen que los termómetros oscilen entre los -10 y los -5, eso si no es peor y nos vamos a -12 o -13.

Ruben dijo...

Mercedes, las castañas, aun están verdes, pero para dentro de un mes y medio, estarán listas.

Ruben dijo...

Ana Galindo, estoy seguro de que cada estación tiene sus ventajas, pero para mí, el otoño, es muy especial, es tiempo de cambios...

Ruben dijo...

Ana Galindo, estoy seguro de que cada estación tiene sus ventajas, pero para mí, el otoño, es muy especial, es tiempo de cambios...

Sue dijo...

Seguro que en ese maravilloso lugar en el que vives el otoño y el invierno son maravillosos. No me cabe duda. Tienes suerte de poder la naturaleza tan cerca. Que el frío golpee la cara es casi una bendición (y mucho mejor a que te golpee el calor de la contaminacion de las ciudades).

Te auguro un buen otoño.

Un beso.

Alfredo dijo...

Bonito el relato, pero creo que nos engañas, no me creo que ya estén los árboles sin hoja y que hayas visto la nieve.
¡Confiesa bandido!
Salu2.

David Cotos dijo...

Por aca ha llegado la Primavera. El invierno más lluvioso se ha ido.

Ruben dijo...

Sue, anoche he entrado en casa a las seis de la mañana, había 3ºC.

Ruben dijo...

Alfredo, este relato lo escribí hace 17 años, seguramente avanzado octubre o incluso metido en noviembre, no lo recuerdo. Pero me sigue gustando el otoño.

Ruben dijo...

David bienvenido a este blog, también apetece dejar atrás un invierno lluvioso, la lluvia agota...

jose maria criado lesmes dijo...

Con ese paisaje es facil soñar despierto y tu lo has hecho muy bien.
No tengo muy claro si eres Leones o castellano viejo, yo soy medio palentino y medio vallisoletano.
Si quieres contestarme lo puedes hacer en tu ultima entrada, porque volve a encontrar esta me llevaria mas de media hora que es lo que he tardado en hacerlo.
Un afectuoso saludo