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miércoles, 26 de septiembre de 2012

Los Suaves Dolores se llamaba Lola


Primero me lo recuerda Gaspar, con el grupo Garibaldi, que navega por los mares del verano del Noroeste español, parando de fiesta en fiesta, de pueblo en pueblo...

Y luego Pluma Roja nos habla de Lolita, no pude menos que poner al Yosi y compañía.

Matizar que las chicas de Garibaldi, le dan a esta canción un... plus visual.

A ver si por la tarde consigo algunas imágenes de ellos.






LA LETRA ES LA (PIIIIIIP)
(es la hostia)



martes, 25 de septiembre de 2012

DELIRANDO

¿Dónde estuviste anoche, Rubén?
¿Dónde estuve?... no me acuerdo...
Que vivo sin vivir en mi... necesito dormir una noche seguida de una vez.

Ya no se ni lo que hago. Me acabo de encontrar el champú en el frigorífico, y no quiero ni pensar con qué me he lavado el pelo.

Esta mañana saqué un café de la máquina, 7 horas después sigue ahí enterito... algo frío quizá...

Juraría que había tomado café, pero al darme cuenta de que no, bajé a la cafetería de enfrente, por el camino recordé comprar el pan, y ahora al posar el pan sobre la mesa, me doy cuenta de que he subido sin tomar mi dosis de café.

Frustrado, me he tomado una taza de leche con miel, lo cual me ha sentado de maravilla y nunca lo he pedido en una cafetería.

¡Ya me acuerdo! anoche soñaba contigo, tu cara se veía borrosa, pues ya no recuerdo tu rostro, hacía tiempo que no venías de visita, pero hoy te he vuelto a ver con tu guadaña. Si no llega a ser por la carretera mojada, hoy, ni te hubiera visto.

Anoche soñé que venías a por mí, justo ahora que acabo de poner el champú en su sitio...

Si mañana vienes a por mí, por favor trae un poco de miel...


lunes, 17 de septiembre de 2012

LA VERDADERA SITUACIÓN DEL PAIS

Ante la imposibilidad de compartir este artículo a través del facebook y otras redes, se me ha ocurrido publicarlo aquí.

A QUIEN PUEDA INTERESAR:

  • Se trata de leer lo que de nosotros se dice en el exterior, ya que nuestros medios de comunicación nos incomunican; pues ahí va este artículo:
    Taducción de un artículo publicado el jueves en varios
    periódicos económicos alemanes, por su corresponsal en España

    Hoy, 6 de septiembre, se encuentran en Madrid los gobiernos de
    Alemania y España, acompañados de un nutrido grupo de empresarios,
    y donde seguro hablarán sobre las condiciones para poder otorgar
    más ayudas financieras a España o a su sistema bancario. En los
    dos lados se ha elevado el tono en los últimos meses y es con gran
    expectación que España espera ahora la decisión que va a tomar el
    Tribunal Constitucional alemán, que esa sí es crucial, el día 12,
    sobre la conformidad o no del rescate europeo y las obligaciones
    derivadas para los alemanes.

    En Alemania crece la critica contra la supuesta "mentalidad de
    fiesta" de los españoles; en España los medios cada vez son más
    negativos con la supuesta dureza de la canciller Merkel. Pensamos
    que la situación es mucho más compleja de lo que presentan ambos
    gobiernos y la mayoría de los medios. España no es Grecia, pero
    España puede ser un paciente crónico si Alemania, junto con
    Europa, no contribuye a solucionar sus verdaderos problemas.

    España no debería recibir más dinero sin que se cambie a fondo el
    sistema político y económico, hoy en manos de una oligarquía
    política aliada con la oligarquía económica y financiera, y sin
    que se aumente la participación ciudadana real en las decisiones
    políticas. Para no perpetuar la crisis y endeudar a los españoles
    durante generaciones, el Gobierno español debe reformar a fondo la
    administración de las comunidades autónomas y los ayuntamientos,
    en su mayoría en bancarrota y completamente fuera de control,
    sometiendo a referéndum el modelo de Estado.

    Este tema es la clave del futuro de España, porque las regiones,
    ayuntamientos y diputaciones son los responsables de los dos tercios
    del gasto público -234.000 millones frente a 118.000 el Estado en
    2011-, excluyendo la Seguridad Social -23.000 millones-, y este
    gasto se realiza en condiciones de descontrol, despilfarro y
    corrupción totalmente inaceptables. Las razones verdaderas de la
    crisis del país, en consonancia con lo dicho, nada tienen que ver
    con salarios demasiado altos -un 60 % de la población ocupada gana
    menos de 1.000 euros/mes-, pensiones demasiado altas -la pensión
    media es de 785 euros, el 63% de la media de la UE-15- o pocas horas
    de trabajo, como se ha trasmitido a veces desde Alemania. A España
    tampoco le falta talento, ni capacidad empresarial ni creatividad.
    Tiene grandes pensadores, creativos, ingenieros, médicos excelentes
    y gestores de primer nivel.
    La razón de la enfermedad de España es un modelo de Estado
    inviable, fuente de todo nepotismo y de toda corrupción, impuesto
    por una oligarquía de partidos en connivencia con las oligarquías
    financiera y económica, y con el poder judicial y los organismos de
    control a su servicio. En España no existe separación de poderes,
    ni independencia del poder judicial, ni los diputados representan a
    los ciudadanos, solo a los partidos que los ponen en una lista. Todo
    esto lleva también a una economía sumergida que llega al 20% del
    PIB y que frena la competencia, la eficacia y el desarrollo del
    país. Además, detrae recursos con los que podrían financiarse
    educación y sanidad.

    Las ayudas para España, igual que para otros posible candidatos de
    rescates, no deben ir a bancos ya casi en bancarrota y fuertemente
    politizados. En la CAM, el Gobierno ha comprometido 16.000 millones
    de dinero público en lugar de cerrarla; en Bankia, 23.000, y el
    Ejecutivo acaba de darle 5.000 millones urgentemente para cubrir
    pérdidas en vez de cerrarla, y además de forma tan extraña que
    despierta todo tipo de recelos. ¿Por qué se ha utilizado el dinero
    de los españoles (FROB) en vez de esperar los fondos de la UE? Es
    lícito suponer que la razón es la siguiente: los bancos no quieren
    que la UE investigue sus cuentas.

    Control estricto y duras condiciones. Ya el caso de Grecia ha
    demostrado que las ayudas europeas tienen que estar vinculadas a un
    control estricto y condiciones duras. Esas condiciones no pueden
    solamente representar recortes sociales o subidas brutales de
    impuestos, como hace ahora el Gobierno de Mariano Rajoy con la
    excusa de Europa . Se tiene que cambiar más en España que cortar
    gasto social, que de todos modos es mucho más bajo que en Alemania,
    y hay otros gastos infinitamente más relevantes que se pueden
    eliminar. Además, los casos de corrupción resultan tan
    escandalosos, incluso en el propio Gobierno, que uno solo puede
    llegar a una conclusión: el dinero de Europa no puede ser manejado
    por personas tan increíblemente venales.

    La pasada semana el ministro de Industria Soria -imputado también
    por corrupción urbanística en Canarias- acusó al ministro de
    Hacienda en el Consejo de Ministros de favorecer descaradamente a la
    empresa líder de renovables, Abengoa, de la que había sido asesor,
    en la nueva regulación de estas energías, que reciben más de
    7.000 millones de euros de subvenciones anualmente. Y Rajoy, al que
    entregó una carta probatoria, ni dijo ni hizo absolutamente nada.

    No puede permitirse por más tiempo este nivel de corrupción, y
    menos aún a 17 regiones funcionando como estados independientes,
    con todos los organismos multiplicados por 17, desde 17 servicios
    meteorológicos a 17 defensores del pueblo, con 200 embajadas, 50
    canales de TV regionales en pérdida, 30.000 coches oficiales o
    4.000 empresas públicas que emplean a 520.000 personas, creadas
    específicamente para ocultar deuda y colocar a familiares y amigos
    sin control ni fiscalización alguna. En conjunto, unos 120.000
    millones, equivalentes al 11,4% del PIB, se despilfarran anualmente
    en un sistema de nepotismo, corrupción y falta de transparencia.

    Y con esto se tiene que acabar, entre otras cosas, porque ya no hay
    dinero. Los últimos datos de las cuentas públicas conocidos la
    pasada semana son escalofriantes. El déficit del Estado a julio
    ascendió al 4,62% del PIB, frente a un déficit del 3,5%
    comprometido con la UE para todo el año (del 6,3% incluyendo
    regiones y ayuntamientos). Pero lo realmente inaudito es que España
    está gastando el doble de lo que ingresa. 101.000 millones de gasto
    a julio frente a 52.000 millones de ingresos, y precisamente para
    poder financiar el despilfarro de regiones y ayuntamientos, que no
    están en absoluto comprometidos con la consolidación fiscal.

    El tema del déficit público es algo que roza la ciencia ficción,
    y que ilustra perfectamente la credibilidad de los dos últimos
    gobiernos de España. En noviembre de 2011, el Gobierno dijo que el
    déficit público era del 6% del PIB; a finales de diciembre, el
    nuevo Gobierno dijo que le habían engañado y que el déficit era
    superior al 8%, y que se tomaba tres meses para calcularlo con toda
    precisión. A finales de marzo, se dijo que definitivamente era del
    8,5%, y ésta fue la cifra que se envió a Bruselas. Dos semanas
    después, la Comunidad de Madrid dijo que sus cifras eran erróneas
    y el Ayuntamiento de la capital igual… el déficit era ya del
    8,7%.

    Sin embargo, la semana pasada el INE dijo que el PIB de 2011 estaba
    sobrevalorado y, con la nueva cifra, el déficit era del 9,1%; dos
    días después, Valencia dijo que su déficit era de 3.000 millones
    más; o sea, que estamos en el 9,4% y las otras 15 CCAA y 8.120
    ayuntamientos aún no han corregido sus cifras de 2011. Lo único
    que sabemos es que están todas infravaloradas. El déficit real de
    2011 puede estar por encima del 11%, y en 2012 se esta gastando el
    doble de lo que se ingresa. Como dice el Gobierno de Rajoy,
    “estamos en la senda de convergencia”. Y es verdad… de
    convergencia hacia Grecia.

    Claramente, la joven democracia española tiene todavía muchos
    déficits de representatividad y de democracia que deberían
    interesar a la canciller Merkel y también a Europa, si queremos
    evitar una Grecia multiplicada por cinco y salvar el euro. Esto es
    lo que ha hecho posible el despilfarro masivo de las ayudas
    europeas, con una asignación disparatada de las mismas, a pesar de
    que estas ayudas han supuesto una cifra mayor que la del Plan
    Marshall para toda Europa.

    Es frustrante que a causa de este sistema oligárquico nepotista y
    corrupto se destroce talento y creatividad y que ahora muchos
    jóvenes se vean forzados a trabajar fuera, muchos en Alemania. Esa
    situación nos ha llevado a una distribución de riqueza que es de
    las más injustas de la OECD. La antaño fuerte clase media
    española está siendo literalmente aniquilada.

    Resumiendo: no es una falta de voluntad de trabajo, como se piensa
    tal vez en algunos países del norte de Europa, lo que hace que
    España sufra la peor crisis económica de su Historia. Es un
    sistema corrupto e ineficiente. La crítica del Gobierno alemán y
    sus condiciones para un rescate de España se deberían concentrar
    en la solución de esos problemas. En caso contrario, solo
    conseguirán que una casta política incompetente y corrupta arruine
    a la nación para varias generaciones.

    *Stefanie Claudia Müller es corresponsal alemana en Madrid y
    economista

    Y muchas gracias de antemano a Pablo de Cifuentes por hacerme llegar este artículo.
    *¿por qué no hay el botón de compartir en facebook para este artículo?



sábado, 1 de septiembre de 2012

Vega de los Árboles - El Final del Verano



Cada verano por estas fechas, volvía a quedarme solo en el pueblo. Todos se habían ido. Los buenos amigos, las chicas, el buen tiempo.

El color del día cambia, las calles silenciosas, el color de las hojas de los árboles. El marrón de las avellanas, determina el final.

Cada verano en Vega de los Árboles, era especial para mí. Llegaban un montón de amigos, y, a pesar de que siempre tuve que ayudar en las tareas del campo, siempre había tiempo para disfrutar del verano en el pueblo.

La infancia, siempre la recordaré con adoración, pues a medida que pasa el tiempo, me doy cuenta del verdadero valor de aquellos días.

Al final de junio, comenzábamos el verano con la hoguera que se hacía (y se sigue haciendo) la noche de San Pelayo, patrono del pueblo, no hacemos la hoguera en la noche de San Juan, sino ese día. Mientras todo el mundo observaba la hoguera en la plaza que daba entrada a la era, donde hoy se celebran las fiestas, los chicos (en esas fechas, solo Roberto y yo), íbamos a cerezas, de un cerezal a otro, más por el morbo de ir de noche a sitios prohibidos que por el hecho de comer cerezas. 

A primeros de julio, ya nos acercábamos al río a todas horas, lo mismo cogíamos cangrejos, que ranas.  Con las ranas alimentábamos al milano o gavilucho de turno, que hubiésemos robado de un nido ese año. Era fácil, pues los regueros estaban repletos de ranas y cangrejos, los árboles repletos de nidos y hasta nos zambullíamos en el río a última hora de la mañana con el rejaque en la mano para intentar coger alguna trucha o barbo.

El agua del río venía templada, no como ahora que viene del pantano de Riaño, y está fría como el hielo.

Recuerdo el olor de las cuadras antiguas, de la hierba seca o recién segada, lo mismo de la alfalfa, el sonido de los regueros, las callejas sombrías, donde trinaban quién sabe cuántos pájaros. Recuerdo el olor de los prados con sus vacas, diferente de los prados sin ellas.

Lo mismo segábamos alfalfa, que regábamos maíz, que recogíamos fardos... por la tarde volvíamos al río, nos bañábamos durante horas, jugábamos a todo, nos tirábamos de peñas y cepos a unos metros de altura, éramos como patos. Incluso algunas noches, volvíamos al río en busca de aventura, bien a pescar, o bien a cruzar al pueblo del otro lado para ver a los amigos con quien compartíamos ese trozo de río al que llamábamos la "rasera".

Por la noche nos reuníamos en la plaza del pueblo, y jugábamos a tres navíos en el mar, al escondite, por entre las casas vacías, el intríngulis del caño en esos años, en un árbol subidos, debajo de un carro, o en el campanario. Otras veces jugábamos al balón, eran noches bulliciosas.

Si había que intentar un beso, había que planear un viaje al pueblo de al lado, o a robar manzanas, el caso era buscar el amparo de la oscuridad. Tengo que aclarar, que yo no me comía una rosca en mi pueblo, y por eso siempre andaba en ruta.

Nada más cenar, cogía la bici o la motocicleta, y me iba al pueblo de al lado, Valle de Mansilla, o al del otro lado del río, Villaquite, o al del otro lado de la cuesta, Santa olaja, siempre en ruta. En los últimos años de la adolescencia tardía que tuve, no me hizo falta "nortear" por ahí... pero eso mejor no lo cuento.( en estos viajes me inspiré para "VIAJE ANIMAL")

Al llegar agosto, se aproximaban las fiestas del pueblo, San Roque, la gente acudía en masa, el pueblo se llenaba de gente, (hoy sigue pasando lo mismo), venían de todas partes. Nos lo pasábamos en grande, vivíamos dos días en uno. Pero una vez terminaban, era un punto de inflexión en el verano, ahí, comenzaba el éxodo, cada día que pasaba a partir de San Roque, el pueblo se iba quedando más vacío.

Por eso pongo esta canción del principio, y por eso pongo la de Verano Azul. Yo, me identifico con el Pancho (aunque yo ligaba menos). Yo era el típico lugareño que vivía allí todo el año, que tenía que trabajar en el campo, hasta esas "greñas", tenía yo, también moreno, y atlético entonces. También me quedaba solo en septiembre. La plaza vacía. Los bancos solitarios. Las tardes frías. 

Septiembre me lo pasaba recogiendo avellanas por "Cañones" o "Los picales", vagabundeando con la bici sin rumbo fijo, y visitando a solas el río mirando la corriente, y recordando cuando el lugar hervía de gente y de amigos. Ya me estaba fabricando las primeras palabras que escribir en las cartas para mis amigos, o para la chica que tocase, sabiendo de antemano, que el siguiente verano, esa chica ya no sería para mí...

Sin embargo, desde la distancia pienso en que aquellos días que yo sentía tristes, eran en verdad los más felices de mi vida, a pesar del vacío que sentía al entrar en el caño, o al pasar por la plaza silenciosa.

Ya no favorecía la temperatura para ir en bici o moto por las noches, así que retomaba mis lecturas abandonadas todo el verano.

Escribía cartas, algunas de las cuales, habrían tenido más éxito que cualquiera de mis relatos.

Ya no hay amigos como los de la infancia...

Ya no hay sentimientos como los de aquellos besos en las callejas...

Queda la nostalgia de la infancia feliz que tuve.

A pesar de la timidez que siempre me caracterizó, no tuve malas experiencias, y cada viaje en bici por la noche, cada árbol que subí, cada rana que cogí y cada beso que robé, dejaron una profunda huella en mí. 

Estos días al pasear por el pueblo, veo que las cosas han cambiado, y que ya nadie hace lo que hacíamos, hasta las casetas de los niños son diferentes. Las piscinas han desplazado al río helado, las videoconsolas han echado el balón  a los tejados, y las raquetas al desván.

El "Guasap" ( o como se diga), ha suplantado a las cartas, aunque estoy seguro de que alguien en algún lugar tendrá una carta que le hizo llorar, y eso, no hay "guasap" que pueda con ello...


Las manzanas están casi maduras, y las peras, ya se comen bien las ciruelas, pero los chicos no las roban, están a otras cosas.

El verano en Vega de los Árboles es apacible y divertido, es intenso. Si tuviese que describir mi pueblo con un adjetivo, diría que es ACOGEDOR.

El verano se acaba, vendrán más, pero en ninguno de ellos volveré a tener 14 años.