Con este panorama, es muy difícil esconderse, no hay árboles. Los nidos están en el suelo, son las perdices, codornices y águilas perdiceras, las que dominan esos campos.
En la primavera, las avutardas macho, visten colores llamativos, y como este año en estos parajes el cereal va con retraso por el frío, todavía se pueden ver por encima de la mies aun verde.
Así quedan los campos después de la concentración parcelaria, no hay donde jugar.
Nos metíamos por todas partes, a nidos, para hacer casetas entre estos arbustos, bastaba con entrelazar ramas y ramas, ir haciendo hueco por el centro, y ya estaba, entrábamos a rastras, éramos como los jabalíes, siempre por aquí escondidos.
Cuando digo que íbamos a nidos, podéis asustaros de verdad. Hasta fuimos atacados por grajos y urracas. Criábamos milanos, aguiluchos, hasta lo intentamos con mochuelos y lechuzas...
Todo el día cazando ranas para dar de comer al milano, aunque guardábamos algunas para pescar cangrejos. Recuerdo con mucha pena, cuando al siguiente año de la muerte de todos los cangrejos, el fondo del río, aparecía sembrado de las carcasas de los cangrejos muertos, estaban azules...
A veces, hacíamos las casetas en estos claros ocultos de la vista, aquí no se puede ver nada a no ser que entres en el claro, pues la vegetación es tan compacta, que solo los animales y los brutos podemos entrar...
En el río, todavía el agua está fría, pero de todas formas se puede uno divertir mucho. Sin ir más lejos, este fin de semana, los chicos han estado surcando las aguas. Ese de la foto es Javi, el novio de Mirtha, ahora que no me oye, diré que le llamaban "matagatos", y sí, ecologistas, podéis asustaros, aunque os advierto que conozco a uno que le llaman "mataburras", que es más grave...
Algunos días nos quedábamos en la orilla hasta el anochecer, pues la ribera del río, está muy cerca del pueblo...
Regresábamos a casa por senderos casi invisibles, entre las ramas.
Nos quedan algunos oasis, pequeños rincones que se conservan, restos de la antigua calleja. Este rincón era eso, una calleja, ahora la conserva Carlos, ya que ha quedado "concentrada" en el trozo de su propiedad. Pero al fondo vemos una acequia de cemento, donde no hay ranas, que cazar entre las piedras, mucho menos, cangrejos, culebras, y otros animales... También se puede ver como Carlos ha construido una pequeña escalera para salvar dicha acequia... sobre la que descansa la incansable Silvia.
Me volví y saqué esta otra foto, que así uno se puede imaginar que todo sigue igual, los prados cercados de sebes, arregladas año tras año, bordeadas de paleras y con nogales por todos lados, avellanos por doquier y negrillos tan juntos que no se podía pasar entre ellos.
Lo que antes era todo el pueblo, ahora se reduce a unos pocos metros...
El bicho se ha movido mientras me dí la vuelta, se ha subido al banco, y me ha hecho muecas. Silvia lee por encima de mi hombro, dice ¿El bicho soy yoooooo? ¿por queeeeé?
Antes los regueros de tierra estaban por todas partes, la sombra ocupaba todo el terreno del pueblo, dando sensación de frescor. Se ha perdido todo el ecosistema, el verdor, el frescor, el sonido de los pájaros en las sebes y los árboles, la visión de las vacas en los prados, los huertos de manzanos y cerezos floridos se reducen al pueblo, cuando antes estaban por todas partes...
Nos pasábamos Roberto y yo, el día entero en el banzo de la Presa Grande, cogiendo avellanas, cazando ranas, haciendo casetas y buscando nidos. Pasábamos los tres o cuatro metros de la presa pasando de rama en rama, como aquella ardilla que cruzaba España... ¡ja! ¡España!, si no se puede cruzar ni mi pueblo...
Recuerdo un negrillo seco, plagado de agujeros de pájaro carpintero, que había sido invadido por los tordos o estorninos para quien lo prefiera... subiendo a uno perdí un crucifijo y una cadena... Buena bronca aquel día...
Lo mismo cogíamos caracoles que ya se sabe, "los de abril pa´ mí, los de mayo pa´ mi amo, y los de junio pa´ ninguno"...
O cogíamos pichones... "marzo... nidarzo, abril... hueveril y mayo... ¡pajarayo!
Sí, dichos de por aquí... como muchos vocablos de León, que darían para una entrada aparte ( trancar, aguantar, tomar un butano, mancar... etc)
A pesar del reflejo, seguro que se lee.
Soy cazurro, y me gusta.
Por último, recordar que hace 25 años de la muerte de Rita Hayworth, que me da igual, pero que me recuerda un relato que se titula "el hombre que me pidió a Rita Hayworth", relato de Stephen King, que ha dado lugar a la película "Cadena Perpetua", con tim Robbins y Morgan Freeman, que seguro que todos han visto alguna vez, lo que no se es si todos sabían que salió de este relato genial de este escritor que tantos buenos ratos me ha dado en mi adolescencia...
Esta entrada ha sido improvisada con las fotos del Móvil. Me dejo en el tintero muchas cosas de la primavera en mi infancia, pero el tintero debe de estar con la ardilla, cruzando España en autovía, (por una terminada, no como las de aquí...)