Cada día me volvía a casa de noche en la moto, la vespino era mi medio de transporte, la aceleraba a tope y ya no aflojaba hasta llegar al destino, no importaba el olor a quemado que emanaba de la parte de mis pies, la mano derecha llevaba el acelerador hasta el tope.
Últimamente, se rumoreaba que el responsable de los ataques a personas, podría ser un hombre lobo, ya que las heridas de algunas víctimas eran inexplicables, y además, el destrozo en los cuerpos no era para menos.
No se sabía quién de los vecinos podría ser un hombre lobo, pero yo tenía algún sospechoso.
Algunas víctimas habían desaparecido, y otras tan solo mostraban un par de heridas pequeñas en el cuello, como el mordisco de un vampiro. ¿Podría ser un vampiro en vez de un hombre lobo? porque a lo mejor un vampiro, lo mismo que se convierte en murciélago, se puede convertir en lobo.
Con todas estas habladurías por el pueblo, yo empecé a tener miedo, y el día que se me estropeó la moto a medio camino, iba cagado de miedo, me dio por pensar en un hombre lobo, luego, me dio por pensar en vampiros, y creo que prefería ser atacado por un vampiro. Aunque mi imagen de vampiro no era muy objetiva.
Aunque también tenía una sospechosa.
De pronto empecé a imaginarme como sería yo si me convirtiese en vampiro, y empecé a tener verdadero miedo.
En estas estaba, cuando empezó el alboroto, un ruido de mil demonios se apoderó de la noche, estaba oscuro, y los rugidos y los movimientos bruscos, aparte del miedo que tenía, me paralizaron totalmente. Delante de mí, una mujer chillaba, mientras dos sombras tiraban una de cada brazo de la pobre, no se distinguían bien las sombras, pero yo deduje que se trataba de una pelea entre el hombre lobo y el vampiro por la misma víctima, ignorándome a mí por completo. Molesto porque no se fijaban en mí, me moví hacia ellos dando voces, y a la primera patada que solté, repararon en mí. mientras la mujer corría hacia el pueblo, las sombras se dirigieron hacia mí rugiendo, yo solo veía que colmillos por todos lados, me temblaban las piernas, y acto seguido perdí el poco conocimiento que tenía.
Me desperté malherido en el hospital, me negué a contar lo que me había pasado porque nadie me creería, mis heridas eran unos mordiscos enormes en mi hombro, y unos cardenales en forma de círculo en mi pecho.
Me encontraba fatal, tenía miedo de convertirme en cualquiera de mis atacantes, mi sospecha de ser atacado por los dos a la vez, se acentuaba cada día, estaba seguro de que en mi interior ambos demonios luchaban entre sí.
Algunas noches, mi olfato se acentuaba, pero no tan exageradamente como a un lobo, mi imagen en el espejo se veía borrosa, pero no desaparecía. Mi oido era cada vez ´más fino, y mis orejas crecían a pasos agigantados, como tengo la nariz ya grande de por sí, no era de extrañar de que me saliese un hocico enorme de un momento a otro.
Estaba apesadumbrado, se acercaba la noche de luna llena, y tenía miedo de convertirme en un hombre lobo, aparte de la picazón que sentía en la rabadilla, seguro que me estaba saliendo un rabo.
Esa incertidumbre me estaba volviendo loco, así que la noche de luna llena, me adentré en el monte para no herir a nadie.
Al salir la luna, mi hocico empezó a crecer, me salió pelo por todo el cuerpo, mis orejas se hicieron enormes, mucho más de lo que me esperaba, mi cuerpo se alargó y creció sin parar, por supuesto, el rabo salió, de la rabadilla como una flecha.
Estaba preocupado, al final me estaba convirtiendo en un hombre lobo, y eso era mucho más difícil de controlar que un vampiro.
Pero... cuando intenté ver las garras que me habían salido, no las encontraba. Tampoco podía ver el rabo, estaba muy atrás.
El aullido que salió de mi gran boca, no sonó a tal, sino a otra cosa, que no me gustaba nada.
Cuando más intrigado estaba, por fin lo descubrí, me atacó un perro, y le dí tal coz, que lo dejé medio muerto, luego me atacó otro perro, y le mordí de tal manera que le arranqué una oreja.
Ya estaba claro, ya no había duda, no me había mordido ni un hombre lobo ni un vampiro, ¡me había convertido en un hombre-burro! lo que siempre había dicho mi padre, ¡qué razón tenía!
Tenía unas orejas enormes los últimos días.
Me salían unos rebuznos atronadores que impedían dormir a la gente del pueblo.
¡Pobres!, como iban a matarme, si no se sabía cómo, era uno de los primeros casos de hombre-burro de la Historia.
Me preguntaba si lo mismo que mis orejas se habían agrandado los últimos días, habría pasado lo mismo con otras partes del cuerpo-
Sin embargo, la pregunta más importante era... ¿Quién era el hombre-burro que me había transmitido la enfermedad al morderme? Y sí, también tenía un sospechoso.
En fín chicos, que cuando me desperté, decidí dejar por un tiempo las entradas hablando de los burros, no vaya a ser...
☺ Muy bueno Rubén, me has mentenido desde la intriga en las primeras líneas a la sonrica cada ves mas amplia conforme iba avanzando, eres un genio!
ResponderEliminarTu último sospechoso de hombre burro da miedo de verdad!!!!
Besitos :D
:)
ResponderEliminarni vampiro ni lobo xd... hombre burro, como sera? como un centauro, pero en vez cuerpo de caballo con cuerpo de burro?
si te muerde el de la sonrisa profiden directamente a las chongas, xd, te conviertes en malvas.
lo de convertirse en lobo o que te muerda una vampira si puede ser no está mal.
buen relato, me sorprendiste con el giro que le diste... bueno, ya me pongo en camino, agur.
uf que miedo me has hecho pasar con decirte que no pude acabar el relato de miedo que me entró ufque duermo solitaaaaaaaaaa.
ResponderEliminarun abrazo
Marina
Rubén la de cosas que pueden pasar con una vespino, la historia fenomenal y el burro inteligentísimo al ver a la bañista tomando el sol.
ResponderEliminarMe he reido con ganas con la fenomenal historia.
Un saludo,
Nieves, el sospechoso, imagínatelo a oscuras...
ResponderEliminarEddie, si me tienen que morder, que sea una vampira.
ResponderEliminarSaudades, la vespino da mucho juego no lo dudes.
ResponderEliminarjajajajjajajajajajaa estas que te salesssss chavalllllllll!!!!!:):) Y las fotos le van al relato que te mueres!!!genial!!!Oye, me gusta la foto que pusiste con los niños!!!!!!!Besitossssssssssss
ResponderEliminarMuy ingenioso esto del hombre-burro, aunque abundan son menos impresionantes por lo que no les damos importancia. Me gustó mucho tu relato deja ver la gran imaginación que tienes.
ResponderEliminarBesos.
Hasta pronto.
¡Jajajajaja! ¿Y cómo será un hombre-burro? Me hago una idea, ;)
ResponderEliminarQué poco glamour para un monstruo terrorífico, ni momias, ni vampiros, ni hombres lobos: Hombre burro!!!!!, lo cual, además, es un insulto para los burros,
ResponderEliminarSaludos
Que divertidisima entrada.
ResponderEliminarHas pasado por todas las fases emocionales, miedo, suspense , sonrisa y hasta la carcajada...
Buenisimo... esto de soñar y pensar a veces nos juega malas pasadas.
besitos mediterráneos.
gracias Midala, sobra decir que los niños se parecen a la madre...
ResponderEliminarAida, es lo único que tengo, imaginación, aunque siempre sea tan absurda...
ResponderEliminarVir, si te fijas bien, verás unos cuantos, sobre todo conduciendo.
ResponderEliminarsese, si buscas glamour, creo que este no es el blog adecuado.
ResponderEliminarNunca insultaría a un burro.
Rebeca, que quieres que te diga, ni me di cuenta de todas esas fases, estaba pensando en poner un hombre con cabeza de burro, pero daba un poco de repelús.
ResponderEliminarjjaja me encanta tu sentido del humor, por nada del mundo me esperaba un hombre-burro.Me gustan los finales impredecibles.
ResponderEliminarCon tu permiso me quedare por aqui. Un bessito
Una vez leido tu relato, mejor que se vayan todos para allá, que es mucho mejor y más serio que este.
ResponderEliminarJajaja, el caso es que hubo transformación. Mira Samsa que se convirtió en cucaracha, eso es peor! Los borricos son monos y no levantan sospechas je. De un lobo todo el mundo huye.
ResponderEliminarMuy divertido tu relato, espero y deseo que esté basado en hechos reales.
Mira, ya sea como lobo, vampiro o hombre-burro ... ESCRIBES MUY BIEN!!!!
ResponderEliminarAplausos y abrazos!
Mercedes,Creo que como la situación por aquí está un poco triste, voy a intentar una serie de entradas alegres y humorísticas, si salen claro.
ResponderEliminarJamás oí hablar del licántropo burreño. Has creado una nueva especie que alguien puede llevar al cine. Tendrás que tener presente si te conviene hacer una patente je, je, je.
ResponderEliminarSalu2.
Jajajaj
ResponderEliminarCuidadín que dicen que lo que se sueña acaba por convertirse en realidad, Rubén.
Besos.
¡Ostras! ¿Y qué superpoderes tiene un hombre-burro?
ResponderEliminarHiperrebuzno
Hiperoído (con esas orejas...)
Megacoz
Fuerza Burra
¡¡¡y descargas gratuítas!!!
...Igual mola ser un donkey-man (ya que no me funcionó aullarle a la luna llena para convertirme en hombre lobo...
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