¿Dónde estuve?... no me acuerdo...
Que vivo sin vivir en mi... necesito dormir una noche seguida de una vez.
Ya no se ni lo que hago. Me acabo de encontrar el champú en el frigorífico, y no quiero ni pensar con qué me he lavado el pelo.
Esta mañana saqué un café de la máquina, 7 horas después sigue ahí enterito... algo frío quizá...
Juraría que había tomado café, pero al darme cuenta de que no, bajé a la cafetería de enfrente, por el camino recordé comprar el pan, y ahora al posar el pan sobre la mesa, me doy cuenta de que he subido sin tomar mi dosis de café.
Frustrado, me he tomado una taza de leche con miel, lo cual me ha sentado de maravilla y nunca lo he pedido en una cafetería.
¡Ya me acuerdo! anoche soñaba contigo, tu cara se veía borrosa, pues ya no recuerdo tu rostro, hacía tiempo que no venías de visita, pero hoy te he vuelto a ver con tu guadaña. Si no llega a ser por la carretera mojada, hoy, ni te hubiera visto.
Anoche soñé que venías a por mí, justo ahora que acabo de poner el champú en su sitio...
Si mañana vienes a por mí, por favor trae un poco de miel...
Lo llevaría al médico, de momento al de cabecera, luego lo mismo lo manda al loquero.
ResponderEliminarSaludos
Hay que tomarselo con humor :) es algo natural, si total, ella no lo hace con maldad, ha de mantener un equilibrio.
ResponderEliminaresta entrada me ha recordado un poco a la ladrona de libros, si no la has leido te la recomiendo ;)
saludos.
Por estas fechas en mi pueblo hacen todos los años en la casa de la tercera edad un curso o taller para ejercitar la memoria, algunos van un día y al siguiente se olvidan,jajaja
ResponderEliminarDeja al de la guadaña y que no vuelva, yo algunas veces no encuentro las gafas y siempre están donde menos lo espero... puestas.
ResponderEliminarSon cosas de la desmemoria.
Saludos,
Cuando te visita un tipo con guadaña es algo que no se olvida, por muy borroso que lo veas... y en ese momento donde pongas el champú carece de importancia!
ResponderEliminarMuy buen relato Rubén
Un abrazo :)
Pues si anta por ahí con la guadaña o es esa a la que no queremos ver o es el pastor que está igual de despistado que tú y ha cogido la guadaña en lugar de la miel que le habías encargado.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gustó mucho este relato, sobre todo el cierre.
ResponderEliminarSaludos Rubén.
Es un gusto pasar a leerte.
¡Cómo me gusta a mi esta gente que me comenta!
ResponderEliminarNo os preocupéis, la guadaña es de plástico.
Pues me parece un bue sueño, seguro que si te trae la miel se deja la guadaña dentro del frigorífico o en la despensa. No dejes de soñar nunca :-)
ResponderEliminarMuy buena esta historia1 de lujo!
ResponderEliminarGracias por tu "me gusta" en facebook !!! - Extraño el blog ... ya volveré. Más que nada, extraño la gente como vos, puros y transparentes.
Cariños!
Qué mal rollo la guadaña, pues eso que traiga miel y se deje la guadaña para otra ocasión, o para ninguna ocasión.
ResponderEliminarSaludos
Rubén,a la desnarigada habría que quitarle a guadaña;las heridas cortantes me dan escalofríos, mejor un pistolón, parece más rápido.
ResponderEliminarMe gustó.
Salu2.
El agotamiento nos juega malas pasadas. Es un poco pronto para que esa cara borrosa venga a por ti, mas bien creo que algun "paisano" que tampoco podia dormir decidió ir a segar y como vio luz en tu ventana te quiso invitar, pero no creo que vuelva porque te vio el pelo lleno de kétchup y se asuto jajaja.
ResponderEliminarNo, en serio. Muy buena la entrada me ha encantado. Un bessito