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lunes, 17 de agosto de 2015

UNA PALABRA, O DOS

Hago el esfuerzo, y no hablo con nadie, con miedo de causar malentendidos.
Busco algo razonable que explique esta situación incómoda.
Una razón por la que se me niegue la palabra, pues no recuerdo haber hecho nada que lo merezca.
Que por la boca muere el pez, pero que hablando se entiende la gente, y las buenas palabras alivian el ánimo.
Y que el precio no deja de subir mientras se mantiene la tensión del silencio.
Que ya pago lo que rompo, no es necesario que pague lo de otros.
Que se puede vivir así, pero es absurdo.
Y el silencio agranda la distancia, que rozamos nuestros brazos y las miradas resbalan unas sobre otras, y en ese instante parece que pasemos a miles de kilómetros.
Me gusta gustar, y por eso, odio que me odien.

2 comentarios:

Recomenzar dijo...

es mejor callar muchas veces
no se gana nada atacando
La gente lo hace para sentirse mejor con ellos mismos...
me ha encantado la belleza de tu blog y tus palabras
cada uno entiende la vida a su manera

Nieves Martín dijo...

Bueno.... no podemos gustar a todos. Siempre nos topamos con alguien a quien no le simpatisamos.

lo importante es ser como eres. Que gente rarita siempre las hay.
un besote!!
Y tu no cambies y ya sabes.... ancha es castilla :)