Me metieron a la fuerza en un calabozo, en un pozo oscuro y aislado, allí, amputaron todos mis sentidos. Mal alimentado, y entre una humedad pegajosa, se apoderó de mi una gripe cada vez más fuerte, que me hundió en un abotargamiento que me tenía obturados nariz y oidos, y estaba ciertamente sintiendo la sensación de estar en una nube, de no estar realmente allí, ni en ningún otro lugar, la sensación de no existir.
* No veía nada en aquella oscuridad ignorante de la luz.
*No oía nada en un lugar tan alejado y olvidado por los sonidos, que, sumados a la gripe, ni siquiera oía mis propios ruidos.
*No olía nada, porque hasta la humedad y el moho, y la propia suciedad, habían dejado de percibirse por mi nariz atascada.
*No degustaba nada, porque solo me alimentaban con agua sucia y pan duro.
*No percibía ninguna sensación en mi cuerpo entumecido, como un tetrapléjico.
*No era capaz de imaginar. Era un vegetal sumergido en el punto más profundo del océano.
Era imposible estar más muerto.
Y entonces... apareciste tu.
* Y pude ver; y en cuanto mis ojos se adaptaron a la luz y vieron los tuyos. Vi. Y vi los colores llamativos de las flores, las luces de neón, y vi el verde intenso de la hierba y de los árboles, el plumaje de las aves, el color del cielo y del bosque. Vi un estallido de color, las estrellas, peces de colores, cuadros, paisajes… Vi tu rostro, y me enamoré de ti, de tus ojos, de tus labios, de tu pelo y de tu sonrisa.
*Y pude oir; oí el canto de los pájaros, las voces de los hombres, oí llover, oí la corriente de los ríos, oí el viento entre los árboles, oí los pasos de la gente, oí lo que me decían, oí la música, oí cantar. Te oí llegar y me enamoré de tu voz, de tu risa… de tus suspiros.
*Y pude oler; olí el aire fresco, olí el suelo mojado, olí la escarcha de la mañana, olí las flores, olí perfumes olí a nuevo y a viejo, olí a pino y a limón, a menta y a melocotón, olí la fragancia de tu cuerpo, pura esencia de ti.
*Y pude comer, degustar comidas exquisitas, bebidas refrescantes, probé dulces y sabrosas frutas, bebí limonadas recién hechas, probé extraordinarios vinos, probé deliciosos sabores. Y por fin, comí de tus labios y sacié mi sed en tu cuello, comí de tí y pensé que no me cansaría nunca, tanto, que temí terminarte y quedarme sin nada.
*Y recuperé el tacto en todo mi cuerpo, sentí frío y calor, sentí vitalidad y fuerza, sentí el viento, sentí el agua recorrerme de pies a cabeza, me sentí limpio, sentí hormigueos y escalofríos. Toqué tu cara y acaricié tu pelo, sentí tus besos y tus caricias, sentí tu aliento y tu calidez, sentí todo tu cuerpo, sentí hasta tu mirada y toqué la felicidad. Tantas y tantas sensaciones, que todo mi cuerpo era una neurona con sobredosis de adrenalina despidiendo tanta electricidad como un relámpago.
*Y se activó mi imaginación, imaginé el mar, imaginé una bonita playa, imaginé poesía, imaginé una canción, imaginé hacer cosas, imaginé un futuro, imaginé una situación, imaginé una amistad. Y acordándome de ti, me imaginé el cielo.
Vi con claridad cosas borrosas. Oí susurros a voces. Olí nítidamente fragancias imperceptibles. Noté el sabor más insulso y sentí algo inédito. Reviví. Gracias. Contigo. Te quiero.
20 comentarios:
ojala esos sentimientos fueran eternos...
que suerte l@s poc@s que disfrutan una cosas tan bonita todos los días.
El amor es algo esplendoroso. ¡Felicitaciones!
Un fuerte abrazo.
Ufffff... amigo. Me encanta. Es de una belleza increíble. Tu prosa poética es rica en imágenes, y tu narrativa ágil. Por eso tus escritos enganchan.
Besos Raúl. Enhorabuena por tus palabras y por ese amor que llenó una celda de luz.
¡¡JODER!!
Eddie, yo creo que nadie disfruta de esas cosas eternamente, es más, esos sentimientos del principio son más bien fugaces.
Pluma Roja, ciertamente el amor es esplendoroso, pero también es cruel, y nos hace sufrir.
Ana, pasas a formar parte de una lista interminable de gente que me llama Raul en vez de Rubén. Pero con el comentario que has dejado, se te perdona todo, todo.
Miguel Angel, me voy a tomar tu exclamación como un cumplido, aunque sea otra cosa.
jajajjajajjjaja me encantaaaaaaaa. Es tremendamente bueno!!!!Si tiene dedicatoria...esa persona ya puede tenerte en palmitasssss!!!!:):) besitosss enhorabuena,cada dia me gusta mas leerte
Tanto como en palmitas no se, pero tengo estos relatos para enseñárselos cuando se enfada.
despues de la tempestad, siempre viene la calma, disfrazadas de miles de formas, la tuya vino como caida del cielo...un saludo
Más que "amor" es el estado de la primera fase del amor "el enamoramiento", cuando todo es perfecto y no hay nadie como el otro y no se ven defectos...y todo es cosquillas en la barriga y el mundo entero brilla de otra manera...
Lo has escrito tan bello, sentimientos a flor de piel, lo has descrito tan bonito que, ¿Quién no quiere sentir eso? ;)
un saludo.
Fibo, he pasado por muchas tempestades y por muchas calmas... ahora la cosa está estable, pero nunca se sabe.
Libelula, da igual que quieras sentirlo o no, cuando sucede, no puedes escapar, no puedes evitarlo, todo se queda subjetivado por ese sentimiento.
jejej qué suerte tienen algunas...
la verdad es que con un amor decente ya lo tenemos todo , hasta podemos inventarnos la libertad.
un abrazo.
Reyes, pues todavía se quejan, eso sí, el amor no es precisamente libertad, te amarra pero bien. Después de más de 12 años, quizás el amor ha derivado a otras cosas no menos buenas, y el amor se va repartiendo en los hijos.
Y es que hay cosas que nos hacen sentir vivos, y el amor es una de ellas, aunque a veces también nos mate
Saludos
Vaya que si nos mata, y si tenemos que volver a tropezar otra vez en la misma piedra, tropezamos.
¡Hermoso! Rubén, me ha encantado. ¡Qué bellos sentimientos provoca amar! Es una buena lectura para poder pasar de los momentos malos. Gracias.
Vir.Para pasar de esos momentos malos es para lo que escribo, a veces lo consigo... otras no, pero lo intento.
Publicar un comentario